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sábado, 9 de enero de 2010

Resumen Bibliográfico

CONTENIDO DEL
TOMO I DE MORAL FUNDAMENTAL

"LIBRES PARA AMAR"

Autor: Tony Mifsud s.j., sacerdote jesuita, nació en la isla de Malta en 1949 y desde 1974 trabaja en Chile. Es Doctor en Teología Moral por la Pontificia Universidad Comillas (Madrid); actualmente es Profesor de Teología Moral en la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Investigador en el Centro de Ética de la Universidad Alberto Hurtado, y miembro del Directorio de la Fundación Trabajo Solidario para un Hermano.Es Profesor Invitado en las Facultades de Filosofía y Teología de San Miguel (Colegio Máximo Bs. As.)

PRESENTACIÓN
PRIMERA PARTE: APROXIMACIÓN CONCEPTUAL, HISTÓRICA Y CONTEXTUAL

LA PREGUNTA MORAL
1.1. El Referente Ético
1.1.1. De vuelta a la semántica
1.1.2. La triple interrogante
1.1.3. Hacer el bien
1.1.4. Fe y Moral
1.2. La Teología Moral
1.2.1. Delimitación conceptual
1.2.2. Los tres grandes apartados
1.2.3. La Moral Fundamental
2. UNA VISIÓN HISTÓRICA DE LA TEOLOGíA MORAL
2.1. El sentido histórico
2.1.1. La dimensión antropológica
2.1.2. La perspectiva ética
2.2. El ethos bíblico
2.2.1. El Antiguo Testamento
2.2.2. El Nuevo Testamento
2.2.3. El Decálogo
2.3. Historia de la Teología Moral
2.3.1. Moral Patrística
2.3.2. Repetición y Renacimiento
2.3.3. Orientación penitencial
2.3.4. Renovación de la moral
2.4. Lecciones de la historia

3. EL ESTADO ACTUAL DE LA REFLEXIÓN MORAL
3.1 Una sociedad en crisis
3.1.1. ¿Una crisis moral?
3.1.2. La crisis del hombre moderno
3.1.4. El discernimiento de las causas
3.2. Los desafíos contemporáneos
3.2.1. La razón moderna
3.2.1.1. ¿Una moral represiva?
3.2.1.2. ¿Una moral alienante?
3.2.1.3. ¿Una moral heterónoma?
3.2.1.4. ¿Una moral histórica?
3.2.1.5. ¿Una moral en clave de liberación?
3.2.2. La formulación casuista
3.3Los caminos de renovación
3.3.1. El Ilamado conciliar
3.3.2. Una moral renovada
3.3.3. El camino latinoamericano


SEGUNDA PARTE:

LA ESTRUCTURA DEL DISCURSO ÉTICO
4. LA FUNDAMENTACIÓN ÉTICA: libertad y responsabilidad
4.1. La libertad ética
4.1.1. Ni negación ni mitificación
4.1.2. Libertad y verdad
4.1.3. Libertad y responsabilidad
4.2. Unas notas antropológicas
4.2.1. El discurso racional
4.2.2. El discurso teológico
4.2.3. El discurso ético
4.3. Visiones inadecuadas
5. EL SUJETO ÉTICO: conciencia y ley
5.1. La estructura ética del comportamiento

5.1.1. El esquema clásico
5.1.2. El enfoque personalista
5.2. La primacía de la conciencia
5.2.1. El concepto bíblico
5.2.2. La tradición teológica
5.2.3. El pensamiento del Magisterio
5.2.4. La formulación moral
5.2.4.1. Sistematización casuista
5.2.4.2. Caminos de reformulación
5.2.5. El desarrollo moral
5.2.5.1. El desarrollo del criterio moral del niño.
5.2.5.2. El desarrollo del juicio moral
5.2.5.3. El perfil del sujeto ético
5.2.5.4. ·La formación moral
5.2.5.5. La educación moral
5.3. La ley como pedagogo
5.3.1. La elaboración teológica
5.3.2. La síntesis del Magisterio
5.3.3. La expresión moral
5.3.3.1. El horizonte del Valor
5.3.3.2. La orientación del Principio
5.3.3.3. La necesidad de la Norma
5.3.4. Magisterio y Moral

6. LA RESPUESTA MORAL: pecado y conversión
6.1. El fenómeno de la culpabilidad
6.1.1. El sentimiento de culpabilidad
6.1.2. El sentido de culpa
6.2. La realidad del pecado
6.2.1. Pérdida del sentido de pecado
6.2.2. La comprensión bíblica
6.2.3. La sistematización teológico-moral
6.2.4. La palabra del Magisterio
6.2.5. La calidad de la ofensa
6.2.6. La denuncia del pecado social
6.3. La necesidad de la conversión
6.3.1. El Ilamado bíblico
6.3.2. La convocatoria de la Iglesia
6.3.3. La experiencia de la conversión
6.3.3.1. El proceso personal
6.3.3.2. La conversión al pobre.
6.3.3.3. La expresión social

TERCERA PARTE: EL PROYECTO ÉTICO
LA PROPUESTA ÉTICA: la solidaridad
7.1. Los modelos tradicionales

7.1.1. EI esquema de las Virtudes
7.1.2. La presentación del Decálogo
7.1.3. El seguimiento de Cristo
7.2. Una distinta configuración
7.2.1. El seguimiento de Cristo
7.2.2. El reinado de Dios
7.3. El horizonte de la solidaridad
7.3.1. La evolución de un concepto
7.3.2. El pensamiento de la Iglesia
7.3.3. La dimensión ética .
7.3.4. La opción por los pobres

EL PROCESO ÉTICO: el discernimiento
8.1. La experiencia del discernimiento

8.1.1. El pensamiento paulino
8.1.2. La espiritualidad ignaciana

8.2..Una categoría ética
8.2.1. Modo de preceder
8.2.2. Metodologia
8.3.Una mística de la acción

8.3.1. Verificación ética de la experiencia cristiana
8.3.1.1. Unidad en la diversidad
8.3.1.2. Reconstrucción de una relación perdida
8.3.1.3. Consecuencias éticas de la espiritualidad
8.3.2. Horizonte ético de la espiritualidad ignaciana
8.3.2.1. La espiritualidad ignaciana
8.3.2.2. Notas éticas de lo ignaciano

9.1.A MODO DE CONCLUSIÓN
9.2.SED PERFECTOS

Preguntas:
¿Que puntos me interesaron?
¿Que valoración quiero profundizar?
¿Me interesa para hablarlo con alguien?
¿Quiere una material de ese tema?
¿habría que explicarlo desde cero ?

lunes, 4 de enero de 2010

¡DE INTERÉS!





COLECCIÓN SALUD

De la VERGÜENZA a la AUTOESTIMA  
Gladys Brites de Vila - Ligia Almoño de Jenichen

Cuando creemos que no seremos aceptados por nuestras imperfecciones o fallas, solemos avergonzarnos ante la amenaza de ser expuestos; así, nos ocultamos para protegernos de las miradas hirientes que juzgan y condenan.

Y es un agobio vivir con permanente sensación de vergüenza y autocrítica punzante que en momentos difíciles o de estrés nos dificulta encontrar la confianza básica para relacionarnos libremente, con autonomía e independencia. La buena noticia es que podemos pasar de la crítica corrosiva a la corrección benevolente.

Las autoras proporcionan recursos teóricos y prácticos para aprender a relacionarnos con nosotros mismos, enviarnos mensajes de ayuda en lugar de criticarnos cuando tenemos dificultades, estimular aquellas partes del cerebro que responden con amabilidad, para sanar el autoconcepto de indignidad y adquirir una sana autoestima. Es decir, ser capaces de usar nuestros talentos y aptitudes para armar y trabajar con aceptación, orgullo propio y autoconfianza. ISBN 978-987-667-001-2 - 15 x 22 cm.- 128 pág


EL ENOJO, educando emociones

Gladys Brites de Vila - Ligia Almoño de Jenichen

Este libro nos ofrece propuestas para resolver conflictos y prevenir la violencia.

Por ser el enojo una emoción que todos conocemos y no podemos evitar, las autoras nos proponen el modo de aprender a manejarlo y encausarlo para lograr comunicarnos y evitar que se transforme en un sentimiento dañino.

Nos explican que es importante comprender qué es lo que nos causó el enojo, porque si no se detecta ni expresa a tiempo, muchas veces éste se manifiesta de manera tal que se nos dificulta identificarlo.

Propuestas para procesar el enojo, unas a través de la acción para poder liberar este sentimiento y otras a partir de la elaboración del enojo y la reconciliación.

ISBN:978-950-507-855-4 - 15x 22 cm. -128 pág.

viernes, 1 de enero de 2010

Oración para nuestra Pascua

El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada. Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto”. Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes. Asomándose al sepulcro,vio las vendas en el suelo, aunque no entró. Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro; vio las vendas en el suelo, y también el sudario que había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte. Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: él también vio y creyó. Todavía no habían comprendido que, según la Escritura, él debía resucitar de entre los muertos.
Es palabra del Señor.

REFLEXIÓN
* * * * * *
La palabra “confianza” es una de esas palabras sencillas, modestas, cotidianas, que sin embargo es una de las más esenciales para vivir. Sin confianza no hay amor, no hay fe, no hay vida posibles. Sin confianza caminamos solos, aislados en una especie de “túnel” construido con nuestros propios problemas, inquietudes y preocupaciones. Y en este día nos puede venir bien recordar esto, porque muchas veces olvidamos que la Pascua es - justamente y antes que nada - la fiesta de la confianza. Desde la Pascua de Jesús podemos saber, con toda seguridad, en manos de quién estamos. Nuestra vida, que tiene su origen en el amor infinito de Dios, no termina con la muerte, no se pierde en la muerte. Todos estamos englobados en el misterio de la Resurrección de Jesús. No hay absolutamente nadie que quede excluido de ese destino último de vida en plenitud.
En el fondo, todos nuestros miedos y angustias, brotan de la angustia de la muerte. Tenemos miedo al dolor, a la vejez, a la desgracia, a la incertidumbre,a la soledad. Nos aferramos, a veces desesperadamente, a todo aquello que nos pueda dar algo de seguridad, consistencia o felicidad. Proyectamos sobre los demás nuestra frustración y nuestro desconcierto, tratando de sobresalir y dominar, luchando denodadamente por tener “algo” o por ser “alguien”. La fiesta de la Pascua nos invita a reemplazar la angustia de la muerte por la certeza de que al final, y pase lo que pase, todo estará bien. Si Jesús ha resucitado, quiere decir que la muerte
no tiene la última palabra, que la muerte no es lo definitivo. Podemos   vivir con confianza. Podemos esperar
más allá de la muerte. Podemos avanzar sin caer en la tristeza de la vejez,sin hundirnos en la desesperación ante un mal irreversible, sin ceder a la  tentación del pesimismo, sin aficionarnos al sarcasmo y la ironía, sin aceptar resignadamente la soledad, sin aferrarnos al consumismo, a la droga o al hedonismo y a tantas otras formas de evasión.
Vivir desde esta confianza no es dejar de ser lúcidos. Sentimos en nuestra propia carne la fragilidad, le debilidad y la limitación. La muerte parece amenazarnos por todas partes. El hambre, las enfermedades y el horror de las guerras, aniquilan continuamente a millones de seres humanos. Jesús sigue siendo crucificado en la actualidad, en el sufrimiento absurdo e injusto de tantos hermanos. Pese a los esfuerzos, continúan vigentes en el mundo la tortura, el exterminio y la esclavitud. Ciertamente, la confianza en la victoria final de la vida no nos vuelve insensibles.
Al contrario, nos lleva a compartir más de cerca y más solidariamente las desgracias y el sufrimiento de la gente.Los seguidores de Jesús llevamos en nuestro corazón, y a veces muy dentro y como escondida, la alegría de la Resurrección, y esa alegría sostiene nuestra confianza. Y desde allí queremos enfrentarnos diariamente a la tremenda insensatez que arranca a tantas personas la dignidad, la alegría y la vida. Desde allí queremos trabajar con todas nuestras fuerzas por una vida buena para todos.