LO PROPIO DE DIOS, DE SUS ANGELES Y DEL ENEMIGO
EE 329 1ª regla.
Propio es de Dios y de sus ángeles en sus mociones, dar verdadera alegría y gozo espiritual, quitando toda tristeza y turbación que el enemigo induce; del cual es propio militar contra la tal alegría y consolación espiritual trayendo razones aparentes, sotilezas y asiduas falacias.
Regla instructiva, claramente dividida en dos párrafos, que comienzan por lo que san Ignacio quiere enfatizar: "propio es de" y "del cual es propio". Lo propio del mal espíritu que se forma sub angelo lucis lo,dirá en la regla cuarta (EE 332); ahora estamos en el umbral de la segunda época espiritual. El mal espíritu milita contra la consolación, pero ya no con la desolación, sino con razones aparentes y falacias.
2. Contrariedad
La primera serie comenzaba con las personas que van en direcciones contrarias; esta segunda serie comienza presentando directamente los espíritus contrarios, y sugiriendo la distinción entre Dios y sus ángeles, que en seguida retomara (EE 330, 331).
3. Nueva contrariedad
El mal espiritu no contraría con desolaciones, ni con engaños manifiestos, sino trayendo razones aparentes. Se está infiltrando, disimulando, disfrazando. Milita siempre contra la alegria divina, pero no ya trayendo tristeza contraria, sino mas disimuladamente, con falacias y sutilezas. Este cambio tactico del mal espiritu es el que introduce una discontinuidad con la epoca anterior, y deja inválidas ahora las reglas de la primera serie. La nueva contrariedad está camuflada. Habra que aumentar el nivel de advertencia, para Ilegar a sentirla y conocerla.
PROPIO ES DE DIOS
Lo propio de Dios y de sus ángeles se mantiene; Dios no cambia. Recordemos que propio hace referencia a una costumbre, a una conducta acostumbrada en determinada situación.
Dios. Pocas veces usa Ignacio esta palabra sola, y entonces es, o bien en textos de la Escritura donde aparece así, o bien en contextos donde usa abundantemente la expresión mas acostumbrada "Dios nuestro Señor" u otras semejantes.
La primera serie comenzaba con las personas que van en direcciones contrarias; esta segunda serie comienza presentando directamente los espíritus contrarios, y sugiriendo la distinción entre Dios y sus ángeles, que en seguida retomara (EE 330, 331).
3. Nueva contrariedad
El mal espiritu no contraría con desolaciones, ni con engaños manifiestos, sino trayendo razones aparentes. Se está infiltrando, disimulando, disfrazando. Milita siempre contra la alegria divina, pero no ya trayendo tristeza contraria, sino mas disimuladamente, con falacias y sutilezas. Este cambio tactico del mal espiritu es el que introduce una discontinuidad con la epoca anterior, y deja inválidas ahora las reglas de la primera serie. La nueva contrariedad está camuflada. Habra que aumentar el nivel de advertencia, para Ilegar a sentirla y conocerla.
PROPIO ES DE DIOS
Lo propio de Dios y de sus ángeles se mantiene; Dios no cambia. Recordemos que propio hace referencia a una costumbre, a una conducta acostumbrada en determinada situación.
Dios. Pocas veces usa Ignacio esta palabra sola, y entonces es, o bien en textos de la Escritura donde aparece así, o bien en contextos donde usa abundantemente la expresión mas acostumbrada "Dios nuestro Señor" u otras semejantes.
Finalmente aparece algo que está siempre implícito: lo propio de Dios; porque el ejercitante esta buscando precisamente la voluntad de Dios.
Y DE SUS ANGELES
Y DE SUS ANGELES
En la segunda serie usa más la palabra ángel, que no había usado en la primera serie. En el resto del libro de Ejercicios la usa en relación a temas escriturísticos, como la Anunciación, o el pecado de los ángeles. Así como a los hombres los llama a veces ánima y a veces persona, así los buenos ángeles los llama a veces así, y a veces espíritus, sin que hayamos descubierto diferencias notables.
EN SUS MOCIONES
Moción es una inclinación que lleva hacia algo.
EN SUS MOCIONES
Moción es una inclinación que lleva hacia algo.
Proviene de Dios, de los ángeles, de los demonios, y aún del entendimiento o la voluntad cuando se los usa como balanza para la elección en tercer tiempo, y habla entonces de mayor moción racional; pero nunca se Ilama moción a una acción deliberada del ejercitante. Cf EE 6, 182, 227, 313, 316, 317, 329, 330.
DAR VERDADERA ALEGRIA Y GOZO ESPIRITUAL, QUITANDO TODA TRISTEZA Y TURBACION QUE EL ENEMIGO INDUCE
Dios y sus ángeles continúan dando consolación, porque en Dios eso no es una táctica pasajera, como en el demonio: Dios es Salvador y Consolador. La alegría que quita la tristeza hace recordar la experiencia de san Ignacio en Manresa, cuando el Señor le quitaba la desolación "como quien quita una capa de los hombros a uno" (Autobiografía n. 21).
Dar, quitando. Así como consolación y desolación son tiempos mutuamente excluyentes, así la moción divina y la demoniaca, también en ésta segunda serie, son mutuamente excluyentes. Hay ejercitantes que piensan estar simultáneamente en ambas mociones; es error de observación, o a veces de conciencias muy sensibles, que guardan la impresión de la moción pasada, largo tiempo.
Esta verdadera alegría y gozo espiritual es la consolación espiritual, tal como la describió en la primera serie.
DEL CUAL ES PROPIO MILITAR CONTRA LA TAL ALEGRIA Y CONSOLACION ESPIRITUAL TRAYENDO RAZONES PARENTES
Nuevamente san Ignacio subrayando la contrariedad:
Dios da, quitando lo opuesto; y el mal espíritu milita contra la consolación espiritual. Sólo cambia el modo de la contradicción. Ya no hostiga la alegría trayendo desolaciones contrarias. Ahora lo propio suyo será traer razones no ya falsas (EE 315) sino aparentes, o sea, especiosas, relumbrantes, encandiladoras. Al hombre carnal proponía placeres aparentes (EE 314) (1).
DAR VERDADERA ALEGRIA Y GOZO ESPIRITUAL, QUITANDO TODA TRISTEZA Y TURBACION QUE EL ENEMIGO INDUCE
Dios y sus ángeles continúan dando consolación, porque en Dios eso no es una táctica pasajera, como en el demonio: Dios es Salvador y Consolador. La alegría que quita la tristeza hace recordar la experiencia de san Ignacio en Manresa, cuando el Señor le quitaba la desolación "como quien quita una capa de los hombros a uno" (Autobiografía n. 21).
Dar, quitando. Así como consolación y desolación son tiempos mutuamente excluyentes, así la moción divina y la demoniaca, también en ésta segunda serie, son mutuamente excluyentes. Hay ejercitantes que piensan estar simultáneamente en ambas mociones; es error de observación, o a veces de conciencias muy sensibles, que guardan la impresión de la moción pasada, largo tiempo.
Esta verdadera alegría y gozo espiritual es la consolación espiritual, tal como la describió en la primera serie.
DEL CUAL ES PROPIO MILITAR CONTRA LA TAL ALEGRIA Y CONSOLACION ESPIRITUAL TRAYENDO RAZONES PARENTES
Nuevamente san Ignacio subrayando la contrariedad:
Dios da, quitando lo opuesto; y el mal espíritu milita contra la consolación espiritual. Sólo cambia el modo de la contradicción. Ya no hostiga la alegría trayendo desolaciones contrarias. Ahora lo propio suyo será traer razones no ya falsas (EE 315) sino aparentes, o sea, especiosas, relumbrantes, encandiladoras. Al hombre carnal proponía placeres aparentes (EE 314) (1).
Militar contra.
Es la raíz inamovible del enemigo; en eso no puede cambiar. Cambia la táctica. El tema del demonio disfrazado de ángel de luz es viejo y recurrente en la literatura cristiana. Lo que san Ignacio ha conseguido en estas reglas es darnos una manera para enfrentarlo, descubrirlo y vencerlo, con la gracia de Dios.
(1) Las razones aparentes militan contra la verdadera alegría algunas veces porque, en el fondo, son falsas, o sólo aparentemente verdaderas. Pero otras veces son efectivamente verdaderas en si mismas, pero militan contra la moción divina porque no vienen al caso. Típicamente diabólico, en efecto, es golpear y herir una verdad con otra verdad, una persona con otra persona. Otras veces, aunque verdaderas en si, y aunque hagan al caso que se trata, pero militan contra la alegría porque despiden cierto resplandor que ciega y exige un asentimiento como si fuera mas verdad de lo que en realidad es. Casi siempre, esta militancia, es por encandilamiento: impiden ver otras verdades complementarias, o inducen a darles más peso del que tienen.
SOTILEZAS
El mal espíritu corta pelos en el aire. Aparecen distinciones sin fin. Un ejemplo. Una ejercitante hizo propósito de hacer penitencia, durmiendo esa noche en el suelo. A la noche, incómoda por la dureza del duelo, no podía dormir. Le vino el pensamiento: "Yo hice propósito de dormir en el suelo, pero me estoy desvelando y no estoy durmiendo...sin dormir estoy haciendo lo contrario del propósito..." Se levantó y se acostó en la cama y se durmió plácidamente. Dos días después descubrió, junto con otras de la misma colección, la tal sotileza.
Y ASIDUAS FALACIAS
"No somos verdaderamente pobres: no nos falta nada"... "Qué hago yo que no pueda hacer un laico en lugar mío?"...Vestiduras razonables. Argumentos verdaderos en un noventa y nueve por ciento. El uno por ciento restante, mata. Los doctores escolásticos encuentran con facilidad la manera de contrarrestar los errores y falacias (EE 363). Y donde no hay cierta buena formación en el sentido común propio de la buena escolástica, el mal espíritu nos hace bailar en la cuerda floja!
Es la raíz inamovible del enemigo; en eso no puede cambiar. Cambia la táctica. El tema del demonio disfrazado de ángel de luz es viejo y recurrente en la literatura cristiana. Lo que san Ignacio ha conseguido en estas reglas es darnos una manera para enfrentarlo, descubrirlo y vencerlo, con la gracia de Dios.
(1) Las razones aparentes militan contra la verdadera alegría algunas veces porque, en el fondo, son falsas, o sólo aparentemente verdaderas. Pero otras veces son efectivamente verdaderas en si mismas, pero militan contra la moción divina porque no vienen al caso. Típicamente diabólico, en efecto, es golpear y herir una verdad con otra verdad, una persona con otra persona. Otras veces, aunque verdaderas en si, y aunque hagan al caso que se trata, pero militan contra la alegría porque despiden cierto resplandor que ciega y exige un asentimiento como si fuera mas verdad de lo que en realidad es. Casi siempre, esta militancia, es por encandilamiento: impiden ver otras verdades complementarias, o inducen a darles más peso del que tienen.
SOTILEZAS
El mal espíritu corta pelos en el aire. Aparecen distinciones sin fin. Un ejemplo. Una ejercitante hizo propósito de hacer penitencia, durmiendo esa noche en el suelo. A la noche, incómoda por la dureza del duelo, no podía dormir. Le vino el pensamiento: "Yo hice propósito de dormir en el suelo, pero me estoy desvelando y no estoy durmiendo...sin dormir estoy haciendo lo contrario del propósito..." Se levantó y se acostó en la cama y se durmió plácidamente. Dos días después descubrió, junto con otras de la misma colección, la tal sotileza.
Y ASIDUAS FALACIAS
"No somos verdaderamente pobres: no nos falta nada"... "Qué hago yo que no pueda hacer un laico en lugar mío?"...Vestiduras razonables. Argumentos verdaderos en un noventa y nueve por ciento. El uno por ciento restante, mata. Los doctores escolásticos encuentran con facilidad la manera de contrarrestar los errores y falacias (EE 363). Y donde no hay cierta buena formación en el sentido común propio de la buena escolástica, el mal espíritu nos hace bailar en la cuerda floja!
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