Todo es miedo y desesperanza al caer la tarde, hay un dejo de opresión en todos.La escena se transforma en un instante cuando aparece Jesús resucitado: Él les da la paz y ellos se llenan de alegría. Para que no quede lugar a dudas les muestra las heridas de los claves en sus manes y la abertura que ha dejado la lanza en su costado. La paz, la alegría y la seguridad son las primeras consecuencias de la presencia de Jesús. Todo podía haber terminado ahí: una vez recuperada la tranquilidad, quedarse todos juntos como buenos amigos celebrando la resurrección de Jesucristo y gozando de su compañía. Pero Jesús añade unas palabras que abren una nueva perspectiva a la vida de sus discípulos: "Como el Padre me envió, así los envío yo a ustedes". Los apóstoles no tienen que quedarse encerrados, sino que tienen que salir al mundo: para eso son enviados como el mismo Jesús fue enviado por el Padre.
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